Turismo Guerrillero, lo nuevo.

Hasta me recuerda a alguna vieja película de Chevy Chase, no puedo evitar imaginar la expresión de Lucía Morett cuando se dio cuenta que había llegado a hacer ecoturismo en medio del territorio de las FARC en Ecuador junto con sus compañeros de estudios, o al menos eso quisiera que todos pensemos.

Después de que se hizo la víctima, lloró frente a las cámaras, se sintió perseguida y su decisión de autoexiliarse resulta que la angelita ya está de regreso en México, no es que tenga algo de malo pero me encanta su incoherencia. Volvió acompañada de sus padres, quienes también se rasgaron las vestimentas queriendo pasar por víctimas de una nación soberana represora de grupos guerrilleros narcotraficantes, toc. Además la acompañaron también algunos perredistas que seguramente le picharon el ticki, como que extrañé a González Noroña, así, un poquito.

Como todos nos hacemos los locos y aunque seamos unos hijos del canijo podemos voltear las cosas según nos convenga, lo que propongo es que le saquemos provecho a nuestra situación actual. Ya sé que no lo has visualizado pero tengo la solución perfecta para que no nos pegue la recesión gringa, hagamos narcoturismo.

Estaría bien padre negociar con los cárteles para que tengan algunos colaboradores entre sus filas por algunos días haciendo diversas labores del narco, ya sea vendiendo en las calles, ejecutando policías o rivales, transportando drogas en vehículos con compartimientos ocultos, poniendo mantas con mensajes, asaltando centros nocturnos, echando tiros en persecuciones. ¡Qué MagicRide ni qué visita a los Universal Studios! Esto es the real deal.

Lucía, si te interesa llámame para que hagamos bisne, al cabo que ya tienes algo de experiencia en vacaciones extremas y obvio cobraríamos en dólares. Otra cosa, pero que quede aquí entre nos, luego empezamos con los viajes internacionales. ¿Qué tal Irak?

Sweet!