viernes, 31 de julio de 2009

El registro del celular

No sé qué pensar de eso.

Se me ocurre por ejemplo que uno no tiene que registrar su televisor ni su radio cuando se quiere disfrutar del contenido de alguna señal televisiva. Pero si quiero tener cable o escai, obvio tengo que registrarme como cliente y pagar para no perderme mis pelis de CineLatino o E!, pues básicamente pagaría por esos canales… ah y también por los porno (no pueden faltar).

Las radiofrecuencias, pertenecen a México, son un bien público arrendado a empresas privadas que conviven en un ambiente de libre competencia, regulados claro está, por COFETEL.
El crimen también se moderniza, hasta los que asaltaban diligencias siguen vigentes, claro que ahora se roban tráilers para luego misteriosamente desaparecer justo cuando el rastreador muestra que la policía está por interceptarlos… hasta que aparecen en bodegas dentro de lotes industriales para descargar.

Entonces. ¿Por qué no valerse de las telecomunicaciones para continuar cometiendo crímenes? Por internet ya se roban mi identidad y me vacían las cuentas de las islas caimán, el cajero automático se traga mi tarjeta y mi dinero, bueno, desde hace tiempo por televisión le ven la cara a la gente vendiéndoles productos milagrosos. ¿Qué no?
¿Cómo para qué registraría mi teléfono? Ya tienen mis datos con el proveedor de telefonía. ¿Qué me garantiza que mi información no será usada como dicen que pasó-no-pasó con el registro de electores? Me mandan mensajes para que me registre, pero la verdad no les voy a responder, desconozco el destino que tendrán mis datos.

Creo que para pedir primero hay que ofrecer, y no me han ofrecido nada para registrar mi teléfono. Además ¿A poco están registrados los chips y líneas que venden en los tianguis?
¡Oquei oqueeei! Es para llevar un registro de los usuarios de telefonía celular. Mmm ¿Algo así como el REPUVE? En una de esas extraditan a otro sudamericano que tenga solicitud de aprensión por genocidio.

No me gusta la idea de registrar mi teléfono. No por temor, sino que terminará sirviendo para dos cosas… ya ustedes saben.

Lamento la tardanza para responder, me siento apenado.

Adios Pejemóvil

Sí, hoy en la mañana que llegué a la oficina, el Pejemóvil había desaparecido y con su partida recuerdo cuando me llevó a Veracruz para conocer lo que es un carnaval. Snif snif, igual me acuerdo de la vergonzosa situación en la que se puso un conocido cuando se descoció criticando a los tsurus sin saber que yo tenía uno, jaja no le alcanzaban las disculpas.

Está asegurado así que no me pone tan mal el haberlo perdido, aunque era una herramienta de trabajo que ahora tendré que reponer. Me gustan los tsurus, son fieles y aguantadores que no se cree; una vez por pura casualidad le revisé el nivel de aceite ¡Y traía solo un litro! Pero en ningún momento se quejó ni le afectó. Ahora entiendo que los taxistas los prefieran, y sospecho que quien se llevó mi pejemóvil es para ese fin, o para el deshuese.

Tan bellos momentos cuando me llevó junto con mis amigas a presentar Ceneval, el desayunito que traía en la cajuela para aguantar el hambre hasta la hora de la comida, el montón de libros y hasta la vez que me llevé la barbacoa y el consomé para el bautizo de mi sobrino. Qué bonitos momentos, pero todo llega a su fin.

Está bien, puedo vivir con eso. Pero lo que sí me pone mal es el engorro para levantar el acta, y por lo menos en Tlalnepantla es un problema encontrar la famosa oficina OCRA, que está ubicada en el lugar donde más trabajo cuesta llegar, así como para que te des por vencido y no denuncies, quizás por eso había tan pocas personas. En fin total que tengo que ir de dependencia en dependencia para notificar que me robaron el pejemóvil. Si esto es así para un triste coche, no me imagino el relajo para algo más complicado. Ches autoridades que todas trabajan aparte, por eso no solucionan nada los señores.

Ahora solo me queda hacer válido el seguro y reponer al pejemóvil.

jueves, 9 de julio de 2009

Después de votar

Llevé a lavar mi auto, hice lo propio y fui por la mujer que me mantiene despierto hasta tarde, la llevé a votar.

Ví lo que ya sabemos, pocas personas votando, creo que habia más observadores y funcionarios que votantes. En las casillas que encontré durante el día, lo mismo.

Voté en un lugar donde ya no vivo ni trabajo, pero en los tres municipios perdió el PAN, bien. Voté para castigarlos así que puedo decir que también ayudé a que Germán se hiciera harakiri, bien por eso también. El pez por la boca muere, más si resulta demasiado orgulloso.

Más sabe el diablo por viejo que por diablo dice el dicho, y no puede haber mejor frase para expresar el retorno del PRI, a pesar de que sigue siendo el mismo, con eso le bastó para volver a ser elegido, quizás llegó porque no querían que nadie más llegara... así como en el juego de las sillas.

Algunas cosas cambian, pero otras simplemente no.

viernes, 3 de julio de 2009