viernes, 16 de abril de 2010

Revoluciones

Esta es una opinión que envié a Pedro Ferriz hace unos minutos en respuesta a su columna en el periódico Excélsior:


Hola Pedro buena tarde. Soy uno de los asesores de SMNYL con quienes compartiste una rica charla en Ixtapa hace poco más de un mes.

Ya envié mi folio del IFE para decir No a los Pluris porque creo que la iniciativa va más allá de solamente expresar mi descontento por una estructura gubernamental de la cual no encuentro sentido de su existencia.

En fin, con relación a tu columna de esta semana me vino a la mente que tienes razón al preguntar cuál es nuestra identidad nacional, no creo que haya algún mexicano que pueda definirla. Vaya, algunos siguen danzando como aztecas en el zócalo y no sé si en Finlandia aún sea posible ver personas vestidas como vikingos o en Gracia gente con túnica haciendo al filósofo. Al menos en la experiencia que he tenido de conocer otros países, no me he topado a nadie que no trabaje en un parque temático o exposición queriendo imitar a sus ancestros de más de quinientos años.

Después de buscar dónde estamos, quiénes somos o de dónde venimos sin encontrar respuesta, me acordé de algo que recién leí sobre la revolución, aquella de la que festejamos un número. Y digo que un número porque al menos yo no puedo definir qué triunfo me brindó la revolución, qué es aquello que representa, lo único que sé es que con ese acontecimiento se acabó el gobierno de Porfirio Díaz, pero llegó luego el PRI. Entonces ¿de qué se trató?

He leído que la revolución de Madero, que finalmente es la que triunfó, solamente quitó a un hombre pero no resolvió los asuntos de la sociedad que arrastramos cien años más. ¿Qué tiene que ver la Revolución Mexicana con la identidad nacional? Quiero hacer la analogía con otra revolución, la de un país con el que he encontrado que tienes afinidad y del cual conozco un poquito. La Revolución Francesa.

El primer contacto que tuve con Francia fue aquí, con mi profesor de francés. Lo primero que hizo después de presentarse fue presentar a su país, sus regiones y generalidades. Entre estas generalidades nos mencionó las siguientes palabras: Liberté, égalité, fraternité. Estas palabras tan sencillas son premisas bajo cuales cualquier francés que se precie de serlo, conoce y vive. Este fue el lema de la Revolución Francesa y hasta la fecha sigue vigente.

Y nosotros ¿Solamente tenemos un sufragio efectivo, no reelección, un Dios mediante y un sí se puede? Sí se puede ¿qué?

Creo que es cierto lo que tú y Fernanda comentaron un día, este año es nuestro año, o más vale que lo sea porque como ciudadanos estamos obligados a contribuir en la construcción o reconstrucción de nuestro país desde ya, en este momento porque ya pasaron cien años desde que murieron miles de mexicanos para demostrar que somos personas valientes, honestas y trabajadoras que podemos valernos por nosotros mismos porque tenemos la capacidad y determinación para hacerlo.

Aunque percibo lamentablemente que hay muchos que se dicen mexicanos que en realidad no lo son porque no creen en mí, y no es que me conozcan para tener motivos; no creen en mí porque en el fondo no creen en ellos, porque así les han enseñado, porque son como el elefante que desde pequeño le ataron con una cadena y ahora aunque es más fuerte que cualquier cadena, en su mente y en su cuerpo quedó grabado el condicionamiento de un ser débil, impotente y dependiente de alguien más. Han perdido la fé.

¿Quién nos parió? ¿En realidad importa tanto ahora ya tenemos autoconciencia y el poder de autodeterminarnos? Creo que es importante para conocer nuestro origen pero solo eso, no necesitamos versiones románticas ni tragicómicas del porqué de nuestra realidad. Ya estamos aquí y no hay forma de cambiar lo que pasó, lo que sí podemos es decidir qué futuro queremos y trabajar todos en función de un algo superior que nos motive, de un algo que nos encienda el alma para que nada nos detenga hasta alcanzarlo.

Finalmente no sé si los franceses crean o sientan haberlo logrado ya, pero estoy seguro que no han dejado de buscarlo.

¿Y nosotros?

¡Sí a los gordos!


Porque siempre es necesario tener un compañero o compañera a quien hacer burla porque la barriga se le salga del uniforme escolar, el que por cierto regularmente trae manchado de salsa valentina de las papas nacas (yom yom qué ricura) que se acaba de empacar.


¿Para qué hacer sufrir a los gorditos? Ya suficiente tienen con las clases de educación física donde no se pueden doblar por la timba que les estorba, y ni qué decir de correr porque con las rodillas chuecas del puerquecito que cargan pues ai se ven todos torpes moviendo sus carnes.


Jajajaja inches gorditos, si es bien botana agarrarlos de bajada, para todo hay chistes de gordos y hasta canciones. ¿A poco no les gusta esa buenísima canción de Molotov: Cerdo? Jajaja es genial y tiene mucho de cierto, como los corridos...

¿Y cómo no ser gordos si podemos comer de lo más rico con nuestra gastronomía? También yo he tenido sobrepeso por entrarle duros a los tacos de carnitas, de canasta, de pastor, suaperro, tripa, quesadillas de longaniza, de papa con chorizo, gorditas de chicharrón, licuado, enchiladas, enfrijoladas, chilaquiles con huevo y costilla mmm ya me dio hambre.

Los gansitos y cosas así no me hacen feliz pero se que a muchas personas de huesos anchos (ay ajáaa sí jajajajaja, che gordo cierra la boca) los lleva al éxtasis entrarle a los submarinos y chocorroles, igual que piden su cono o sundae con chocolate y cacahuates en macroña.

¿Pero está mal esta comida? ¡Obvio sí cuando es lo único que comes! ¿Que no se supone que no tienen IVA los alimentos para que todos podamos acceder de forma más fácil a los alimentos?

Bueno, si lo primero que tienen a su alcance aquellas personas que viven con menos del salario mínimo es evidente que le entrarán a los Fritos y Churrumáis, hasta yo le entro para quitarme el hambre...

¿Pero los demás que tienen un ingreso superior al mínimo? ¿No será por que es más fácil mandar a los hijos al fastfood de la plaza de moda para que dejen de fastidiar y cumplir con darles de comer? Imagínate que trabajo de 8 de la mañana hasta 7 de la tarde, lo que menos quiero es ponerme a cocinar y el fin de semana hay que comer fuera de casa...

¿No será también que no se elegir los alimentos? ¿A poco todos pueden diferenciar cuando las frutas y verduras están listas para hoy, para la semana o para 10 días? Ja, no creo.

Esto solo por mencionar los hábitos en la alimentación que tenemos. ¿Y qué tal los de actividad física? No le hagamos al loco, somos unos güebones y queremos todo rápido, sin esfuerzo y a mi gusto. ¿O será mera casualidad que desde que llegó a México la entrega a domicilio comemos peor?

Antes por lo menos teníamos que ir al Shakeys Pizza, al TomBoy, al BurguerBoy a pedir lo que teníamos ganas de comer, sentarte a comer allí, que por cierto era de lo más delicioso.

Creo que los niños están gordos por más causas que las papitas que venden en las tienditas o cooperativas, ai les van mis sospechas:

- La dinámica familiar cambió y ya no hay una buena mamá que les prepare un lunch sano a los hijos.
- Es más fácil para la mamá soltera o dejada darles dinero a los hijos para que ellos compren algo para comer,
- La mamá también trabaja porque con lo que gana el papá no le alcanza y no les da tiempo de cocinar ni comer en casa, más sano.
- Falta de actividad física, ni hablar de actividad deportiva. ¿Como para qué?
- Falta de áreas donde realizar deportes.
- Falta de programas que incentiven hacer deportes, por eso somos una vergüenza en las competencias internacionales, salvo sus excepciones.
- Papás que piden todo por teléfono para que les lleven la comida.
- Nula educación alimenticia. ¿Lo que comiste te llena? Entonces es bueno...

Bueno esas son algunas causas que se me ocurren para que haya más gordos en el país. Finalmente les dejo esta buenísima rola de Molotov: Cerdo.

Enjoy.

lunes, 12 de abril de 2010

De la legalización de las drogas

¿A qué suena esta frase, qué se siente con ella, qué implica para mi vida, implica algo para la vida de los demás?

Suena tan mal, tan dicha, tan sin sentido que no le encuentro ida o vuelta.

No estoy seguro de lo que pasaría si pudiera ir a pedir una tacha de Primer Nivel a la farmacia de la esquina, es más ¿necesito receta médica con el nombre del activo, estará patentado el activo? Lo más probable es que no compraría tachas ni alguna otra droga, tal como ahora he dejado también de comprar y consumir bebidas alcohólicas. Bueno ayer bebí tres cervezas a la hora de la comida desde que comencé a encender el carbón, quizás una cerveza por hora.

¿Estarían libres de impuestos como los alimentos y medicinas actualmente? ¿Los anunciaría Diane Pérez?

¿Las podríamos exportar? ¿Se venderían en el DutyFree como ediciones especiales con empaques de diseñador?

¿Qué pasaría con el dinero que reciben policías, gobernadores y todas las personas que participan en la cadena? ¿Se les tendría que afiliar al IMSS a los dealers y demás participantes?

¿Dejarían de enfrentarse a tiros los cárteles y se demandarían jurídicamente?

¿Serían desempleados los sicarios e irían a las ferias locales de empleo? ¿Quién emplearía a los militares violentos, formarían empresas de seguridad privada para ir a países en conflicto?

¿Se escribirían libros y se harían películas autobiográficas de los capos?

¿Podríamos tener más millonarios en Forbes?

¿Habría pericómetro? ¿Cuál sería el nivel aceptable de droga en el cuerpo?

¿Quién pierde, quién gana?

¿Después qué nos meteríamos para alterar la percepción de la realidad que fuera ilegal, un chip en la cola?