lunes, 12 de abril de 2010

De la legalización de las drogas

¿A qué suena esta frase, qué se siente con ella, qué implica para mi vida, implica algo para la vida de los demás?

Suena tan mal, tan dicha, tan sin sentido que no le encuentro ida o vuelta.

No estoy seguro de lo que pasaría si pudiera ir a pedir una tacha de Primer Nivel a la farmacia de la esquina, es más ¿necesito receta médica con el nombre del activo, estará patentado el activo? Lo más probable es que no compraría tachas ni alguna otra droga, tal como ahora he dejado también de comprar y consumir bebidas alcohólicas. Bueno ayer bebí tres cervezas a la hora de la comida desde que comencé a encender el carbón, quizás una cerveza por hora.

¿Estarían libres de impuestos como los alimentos y medicinas actualmente? ¿Los anunciaría Diane Pérez?

¿Las podríamos exportar? ¿Se venderían en el DutyFree como ediciones especiales con empaques de diseñador?

¿Qué pasaría con el dinero que reciben policías, gobernadores y todas las personas que participan en la cadena? ¿Se les tendría que afiliar al IMSS a los dealers y demás participantes?

¿Dejarían de enfrentarse a tiros los cárteles y se demandarían jurídicamente?

¿Serían desempleados los sicarios e irían a las ferias locales de empleo? ¿Quién emplearía a los militares violentos, formarían empresas de seguridad privada para ir a países en conflicto?

¿Se escribirían libros y se harían películas autobiográficas de los capos?

¿Podríamos tener más millonarios en Forbes?

¿Habría pericómetro? ¿Cuál sería el nivel aceptable de droga en el cuerpo?

¿Quién pierde, quién gana?

¿Después qué nos meteríamos para alterar la percepción de la realidad que fuera ilegal, un chip en la cola?

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