Estoy echando la fiaca en Acapulquits con los amigos cuya hija se casó anoche y motivo por el cual estoy acá.
Estoy de güeva y no tengo ganas de hacer nada, la verdad estoy disfrutando de escuchar a un amigo cotorrear con las señoras, ya les cuenta chistes y también hace bromas con ellas, nos hace reír.
Lo que no está padre es la mano que traigo inflamada porque ayer recién llegando a la recepción me picó una pinche abeja que quedó atrapada en la funda de la silla, es la primera vez que me pica una y arde, ni cuenta me dí y no atinaba a saber qué me había picado. Hasta que me observé la mano para entender qué fregados pasaba es que ví algo como una astilla, pero no entiendo porqué me arde, con algo más de atención me dí cuenta que era algo curvo. Sí, exactamente era un aguijón y pues me lo saqué, solo que el fregado no sale tan fácil.
Así es que hoy tengo la mano hinchada y me duele cuando la muevo, me punza y la traigo enrojecida. Chale.
Me siento contento pero quiero sentirme más.
Por cierto, anoche soñé contigo y mi mente hizo una construcción con mis recuerdos de tus besos, se me antojaron tus labios.
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